Argentarium – 9 de Mayo, 2018
La titularización en la puerta de entrada a RD, indica un análisis de Feller Rate sobre el desafío de desarrollar este esquema de estructuración en el mercado de capitales local.
Se entiende por titularización el proceso de agrupar un conjunto de créditos o activos con características similares en un patrimonio autónomo, que luego puede ser adquirido por cuotas por los inversionistas.
La calificadora de riesgo espera que la titularización implique un mayor dinamismo en la industria hipotecaria nacional.
“En la mayoría de los mercados internacionales, el desarrollo inicial del sector se orienta hacia la titularización de créditos hipotecarios. En República Dominicana se repite ese patrón”, expresa.
Revela que ya hay en proceso una emisión que será respaldada por este tipo de préstamos, a cargo de la Titularirizadora Dominicana (TIDOM), que inició sus operaciones recientemente y es la única empresa de su tipo en el país.
Carlos Marranzini, gerente general de TIDOM, explicó que la Dirección General de Impuestos Internos trabaja en la norma sobre los patrimonios separados, por lo que estima que la primera titularización podría ser concluida a finales de este año.
Beneficios para el mercado inmobiliario
Feller explica que la titularización, como mecanismo de fondeo alternativo, es particularmente oportuna para las entidades de financiamiento inmobiliario, facilitándoles la posibilidad de otorgar créditos a tasa fija de mayor plazo. Los deudores hipotecarios, por su lado, verán mitigada la incertidumbre debido a que pueden evitar las tasas variables.
“La experiencia internacional muestra que el financiamiento vía titularización es un buen mecanismo para el desarrollo de viviendas sociales”. Por el perfil de riesgo de los deudores, este tipo de activos requiere de un financiamiento vía empaquetamiento masivo, que contemple resguardos y garantías sobre la recuperación, como podría ser el respaldo estatal”, agrega la calificadora.
Cita el caso de Chile, donde este mercado tiene dos décadas: “Su inicio fue pausado y focalizado en hipotecas; la aparición de nuevas titularizadoras, cambios normativos y el surgimiento de nuevos activos de respaldo, impulsaron un mayor dinamismo”.
Añade que al día de hoy en ese país “se han colocado más de 100 estructuras, con los más variados colaterales”.
Feller resalta que RD tiene el desafío impulsar y consolidar esta industria. “Su éxito requiere mayormente de un marco jurídico e institucional fuerte, de partícipes idóneos y de inversionistas calificados”, refiere.
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